Estamos al filo de la primavera, puerta que nos llevará de nuevo al verano. Es el momento de ir pensando en nuestro aire acondicionado y ponerlo a punto para cuando llegue el tiempo del calor y su uso nos salve de las altas temperaturas. No queremos tener una sorpresa el día que el clima nos haga pulsar el botón de encendido y que nuestro acondicionador no funcione o se haya averiado. Las normas para la puesta a punto de la maquinaria de nuestro climatizador veraniego son muy sencillas y sirven de manera genérica para cualquier maquinaria. Para saber si el fabricante ha señalado algún tipo de mantenimiento singular en el modelo que tienes instalado en tu casa es conveniente que eches un vistazo a las instrucciones que trae el aparato o que busques en internet el modelo y lo compruebes on line. Hoy día la mayoría de las marcas incluyen esos libros de instrucciones en la red para que los usuarios puedan consultarlo con comodidad.
La zona por la que el aparato desagua debe estar siempre limpio, sin atasques. Mantenerlo pulcro evitará acumulación de gérmenes y que produzca malos olores.
Uno de los elementos comunes y básicos de los aparatos de aire acondicionado son los filtros. Sirven para absorber las partículas de polvo y evitar que estas lleguen al ambiente en el interior de tu hogar. Su limpieza es decisiva para que rendimiento del aire acondicionado sea el que esperamos. Para conseguirlo debemos extraerlos y realizar su limpieza simplemente con agua para proceder a secarlos en un luchar sombreado y aireado. Realizar esta limpieza antes de su funcionamiento veraniego puede ahorrarnos cualquier avería que inoportunamente nos deja sin refrigeración en el momento más caluroso del año.
Ya en el exterior, el mantenimiento de la unidad pasa por estar pendientes de que no hay problemas de pérdida del gas refrigerante. Si se ha producido una fuga puede afectar al funcionamiento y deberá ser un técnico quien proceda a mitigarla y recargar el gas. La manipulación de esta parte del aire acondicionado suele ponerse en manos profesionales, pues su situación en fachadas o tejados puede ser inaccesible y su manejo requiere conocimientos sobre sus piezas. No obstante, si está en una zona fácil de acceder puedes ocuparte de quitarle el polvo de las rejillas que podrían obstaculizar el paso del aire.
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